Antecedentes

“Las civilizaciones desaparecen, sobre todo, por autodestrucción, por la falta del contacto histórico, con la madre naturaleza, con nuestros ancestros, con los cuerpos estelares, con las etnias, con cualquier ser existente y también cuando pierden su autosustentabilidad.”
Leonardo Boff

La saga inició en 2012 en el Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes en México, como parte del Laboratorio Piel Tecnológica. El dueto performático (Bioscénica: Minerva Hernández + Myriam Beutelspacher) propuso una dinámica participativa sincrónica empleando vestuarios lumínicos de fibra óptica que permitían captar múltiples latidos cardiacos. El proyecto ahora está planteado como una metodología abierta a la colaboración y co-creación escénica. Hasta ahora se siguen sumando coreógrafos, biotecnólogos, neurocientíficos, compositores, bioartistas, performers y programadores.

Empatía 3.0

Desde la perspectiva cuerpo-tecnología se aborda la presencia dentro de un espacio más cercano a un ritual con el objetivo de trasladar al espectador a una conciencia interna a través del otro. Empatía 3.0 reflexiona sobre el concepto de magia, sobre cómo la tecnología y el arte siempre han estado vinculados con el quehacer innovador. Ya Walter Benjamin podía vislumbrar la grandeza del aparato, pues muestra un inconsciente maquínico, capta aquello que el ojo es incapaz de ver, desde las máquinas teatrales que representaban lo que no podía hacer el ser humano.

Las artes escénicas y performáticas han estado siempre de la mano con esta paradoja: ocultar el funcionamiento y, a su vez, maravillar. El interés de esta propuesta es dislocar ese quehacer mágico y ponerlo a discutir con el quehacer del código, no ocultar, sino hacer visible lo invisible. Paralelamente, dentro de este eje también es importante la reflexión sobre el poder curativo del arte, sobre la manera en que actúa con lo tecnológico, con lo científico y con lo ritual para tratar de recuperar la capacidad de asombro.

Empatía 2.0

Lourdes RothMauro HerreraMinerva Hernández

Propuesta performática – ritual en la que exploramos el concepto de empatía y algunas relaciones (empatía y memoria, empatía y verdugos, empatía y cosmos…etc) por medio del movimiento, la imagen y el sonido, generados dentro de un sistema colaborativo.

Se desarrollaron vestuarios interactivos y bio-esculturas que puedan transmitir los datos físicos en paisajes lumínico-sonoros de forma inalámbrica. El público podrá participar compartiendo sus latidos de corazón para formar así un espacio colectivo que hace visible y sonora la energía inconsciente que se produce en la interacción de los cuerpos dentro de un sistema sensible e inteligente.

Empatía 1.0

Myriam BeutelspacherMinerva Hernández

Proyecto de dueto performático cuyo hilo conductor parte de algunas líneas de investigación de Jeremy Rifkin sobre “La civilización empática”. En un entretejido de relaciones subjetivas hombre-máquina-hombre se plantea el vestido como interfaz interactiva cuya plataforma técnica consiste en un dispositivo digital y analógico de senso de pulso cardiacovascular y estetoscopio amplificado.

Desde la perspectiva cuerpo-tecnología se aborda la presencia bajo el concepto de vitalidad como columna vertebral de las artes performáticas, dando especial énfasis al aquí y ahora como un acto sagrado, sin perder de vista el objetivo principal: trasladar al espectador a un viaje interno visto a través del otro.

En “La civilización empática” Rifkin sostiene que la empatía humana debería extenderse a toda la vida en la biósfera y dar un cambio de conciencia en la historia, es la mano invisible que permite unir nuestra sensibilidad con otros.

La acción ocurre en un cuarto obscuro, entre el público se vislumbran en el piso trazos dibujados que son la cartografía de las acciones a modo de guión.